Formación, compresión y continuidad asistencial: pilares del abordaje de las úlceras venosas en el Hospital público Universitario General de Villalba
El centro villalbino celebró su II Jornada de Cuidados de Enfermería en Úlceras Venosas

- Las medias y los vendajes de compresión han demostrado ser el tratamiento más eficaz para mejorar la cicatrización y evitar nuevas lesiones
- La jornada reunió a enfermeras hospitalarias, de Atención Primaria y centros sociosanitarios para reforzar conocimientos y unificar criterios de actuación
- Las heridas mal tratadas pueden permanecer abiertas durante años, impactando gravemente en la calidad de vida del paciente
Con el objetivo de reforzar la formación de los profesionales de Enfermería en el abordaje integral de las heridas crónicas, el Hospital Universitario General de Villalba - hospital público de la Comunidad de Madrid- celebró recientemente su II Jornada de Cuidados de Enfermería en Úlceras Venosas, un encuentro en el que se trataron tanto los aspectos clínicos como preventivos de esta patología de alta prevalencia, especialmente entre personas mayores.
Durante la sesión, centrada en la importancia del tratamiento compresivo como base del manejo de estas lesiones, se presentaron casos clínicos reales, se analizaron los factores de riesgo y se destacó la importancia de la coordinación entre Atención Primaria, Hospitalaria y centros sociosanitarios. María Marín Saucedo, enfermera del centro villalbino y coordinadora de la jornada, advierte que es fundamental concienciar sobre el impacto de un abordaje precoz y adecuado, ya que, si no se trata bien desde el principio, las heridas pueden tardar años en cicatrizar.
Los profesionales incidieron en que las úlceras venosas no son heridas aisladas, sino la manifestación visible de una enfermedad vascular crónica, y que estas pueden aparecer tras un golpe leve o de forma espontánea, pero siempre sobre una base común: una insuficiencia en el retorno venoso, que impide una correcta cicatrización.
Aunque se trata de un problema muy prevalente a partir de los 50 años, hay factores que aumentan el riesgo de padecer estas lesiones, como el sobrepeso, el embarazo, el sedentarismo o pasar muchas horas de pie o sentado. "Casi toda la población tendrá cierta insuficiencia venosa con los años, pero si se añaden estos factores, el riesgo aumenta considerablemente", explica la enfermera.
En cuanto a la prevención, si existen signos de mala circulación -como las arañas vasculares- o factores de riesgo, se recomienda el uso precoz de medias de compresión para evitar que el problema se agrave con el tiempo.
El vendaje compresivo: fundamental en el tratamiento
Una vez aparece la úlcera venosa, el tratamiento debe ir más allá del uso de apósitos. En este sentido, los expertos coincidieron en que el vendaje compresivo es la piedra angular del abordaje terapéutico, ya que actúa directamente sobre el origen del problema: la insuficiencia venosa.
"Tenemos en el mercado multitud de apósitos para curar heridas, pero si no aplicamos compresión, la úlcera no cerrará", afirma esta especialista. En este sentido, subraya que el tratamiento debe basarse en tres pilares: el apósito adecuado, el vendaje compresivo correctamente colocado y la educación al paciente, orientada a fomentar que camine, que lleve una dieta saludable y que mantenga una adecuada hidratación de la piel.
Una de las ideas más destacadas de la jornada fue la importancia de actuar desde el inicio: si no se aplica el tratamiento correcto, la úlcera puede cronificarse durante meses, o incluso años, con riesgo de infección, hospitalización y deterioro de la calidad de vida. "Tenemos casos en los que una lesión ha tardado más de un año en cicatrizar por no haberse tratado con compresión desde el principio, mientras que la misma paciente, al desarrollar una segunda úlcera y recibir el tratamiento adecuado desde el primer día, se curó en solo tres semanas", añade.
Por ello, los talleres prácticos enseñaron no solo a identificar correctamente estas heridas, sino también a colocar los vendajes compresivos con seguridad y eficacia, ofreciendo a los profesionales asistentes confianza para su uso clínico habitual.
Continuidad asistencial y papel clave de la Enfermería
Esta experta también resalta la importancia de un seguimiento adecuado, especialmente en pacientes con factores de riesgo: "Una vez la herida ha cicatrizado, es esencial mantener los hábitos de cuidado, como el uso de la media de compresión y una correcta hidratación de la piel, para evitar que vuelva a abrirse".
Asimismo, pone en valor el papel de la Unidad de Heridas Complejas del hospital como recurso de apoyo para los profesionales de Atención Primaria y residencias sociosanitarias del entorno. "Nuestra función es apoyar en los casos más complicados o cuando surgen dudas sobre el manejo adecuado. Así garantizamos una continuidad de cuidados real y efectiva entre niveles asistenciales", añade.
Con esta jornada, el Hospital Universitario General de Villalba ha reafirmado su compromiso con la formación y actualización de los profesionales de enfermería, clave para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de los pacientes con úlceras venosas